La rayuela se juega con una piedrita que hay que empujar con la punta del zapato. Ingredientes: una acera, una piedrita, un zapato, y un bello dibujo con tiza preferentemente de colores. En lo alto está el Cielo, abajo está la tierra, es muy difícil llegar con la piedrita al Cielo, casi siempre se calcula mal y la piedrecita se sale del dibujo. Poco a poco… se aprende a salir de la Tierra y remontar la piedra hasta el Cielo, hasta entrar en el Cielo, lo malo es que justamente a esa altura, cuando casi nadie ha aprendido a remontar la piedrita hasta el Cielo, se acaba de golpe la infancia y se cae en las novelas, en la especulación del otro Cielo al que también hay que aprender a llegar. (Capítulo 36)
Según palabras de propio Cortazar: El problema central para el personaje de Rayuela, con el que yo me identifico en este caso, es que él tiene una visión que podríamos llamar maravillosa de la realidad. Maravillosa en el sentido de que él cree que la realidad cotidiana enmascara una segunda realidad que no es ni misteriosa, ni trascendente, ni teológica, sino que es profundamente humana, pero que por una serie de equivocaciones ha quedado como enmascarada detrás de una realidad prefabricada con muchos años de cultura, una cultura en la que hay maravillas pero también profundas aberraciones, profundas tergiversaciones.
Lo cierto es que entre lo Maravilloso y la Realidad, la lectura se mueve entre capítulos imprescindibles que se han convertido en auténticas enciclopedias sobre el Jazz que nada afectan a la lectura y otros prescindibles que son una pena perdérselos. No es fácil leer Rayuela, se haga de forma lineal o saltando capítulos si se sigue la guía propuesta por el autor a modo de quien golpea la piedrita con el pie. Lo que da a entender el por qué ha cosechado desde 1963 lectores que han dejado su lectura en la Tierra para otra ocasión y otros que han logrado llegar al Cielo con ella. Por ejemplo, mi caso, que hace 25 años traté de leerla y la dejé enterrada y ahora, cuando se cumple el 100 aniversario del nacimiento del escritor, que he degustado muchos de sus capítulos.
Rayuela. Julio Cortazar



Svevo envía a Zeno al psiquiatra y éste le recomienda a su paciente que vaya recogiendo en un diario todas sus impresiones. Este argumento tan simple le sirve al autor para investigar la mente de Zeno, el consciente y el inconsciente del protagonista que no viene a ser sino una proyección de la conciencia del propio escritor. En 1923 salen a la luz pública todas las anotaciones de Zeno. De esta forma Zeno a sus 57 años, triste y adúltero, expone su adicción al tabaco, su obsesión por las mujeres, su visión de los negocios, el temor a la guerra, su miedo a la muerte, y su propia visión del psicoanálisis al tiempo que psicoanaliza la sociedad en la que vive.
Huevos fritos con papas fritas siempre ha existido como manjar. Ahora, esos platos viejos se presentan como grandes descubrimientos bajo nombres como huevos estrellados, al estampido, etc. Al igual ocurre con los cuentos. Los hay que para darle un toque original le añaden un poco de cebolla y algo de chorizo y otros, tacos de jamón serrano; así como hay quien los presenta en plato, escudilla o en timba. Son reinvenciones de un plato de supervivencia al que en ocasiones se le pretende dar un toque tan personal que mejora en presentación y sabor mientras que en otras acaba desvirtuado.
Esta subasta es la mejor introducción para adentrarse en los mundos de Pynchon en los que la trama salta, usando como hilo conductor a Edipa, su protagonista, de una mano a otra aportando pistas para desentrañar el contenido del lote 49 en un alarde de interconexiones entre realidad y ficción fronterizo con la paranoia. Ella recibe de su antiguo novio, como herencia, la responsabilidad de convertirse en su albacea y viaja para valorar su nueva competencia. En ese viaje se suceden los contactos con personas y sociedades que patrullan esos acantilados de la mente en los que el ser humano a fuerza de preguntarse su existencia ante la nada acaba flotando sin billete de retorno. Así, la trama crea una enredadera de conexiones en ocasiones compleja de establecer como lo son la vida de sus personajes y probablemente la del propio Pynchon, escritor del que apenas se conocen media docena de fotos suyas de estudiante y recluta en la marina dada su fobia social.
Los microrrelatos, minificciones, nanorrelatos son nombres actuales para una propuesta tan antigua como el cuento breve surgido en todas las culturas pero que por corto no deja de contar grandes historias. JM Merino nos presenta en este libro una serie de cuentos fugitivos de otros libros suyos reunidos en forma de glorieta que hace girar la imaginación. Tras hablar con todos ellos ha sido Ecosistema quien no ha tenido inconveniente en fugarse y cambiar de atmósfera para escapar del formato papel a electrónico.

Una habitación con vistas es un viaje de ida y vuelta a Florencia. Una primera parte para recorrer la ciudad y su campiña de la mano de aquellos ingleses de clase alta que viajaban a Italia en busca de cultura, y una segunda parte en Inglaterra entre los convencionalismos de personajes afines al orden establecido. En el trasiego una chica que quiere pensar por sí sola y zafarse del matrimonio impuesto y un chico que no encuentra la felicidad al ser educado por su padre con mentalidad más europea alejada de las formas victorianas. La novela es una oportunidad para vivir la época pero ha de ser leída entre el aroma de una pipa cerca de una chimenea o en un jardín soleado entre tazas de te ya que de lo contrario, a los ritmos actuales del aquí te pillo aquí te mato, aquí paso por vicaría aquí me amancebo, las vicisitudes de Lucy, su protagonista, caben en una sola hoja, y en el descuido, entre renglón y renglón, hasta es posible que eche una canita al aire en la misma habitación donde empieza y termina la historia.
Servidumbre humana es otra de esas lecturas que ocupa toda la mano. De hecho hay editoriales que han dividido la novela en dos tomos como dos son las historias que corren paralelas entre el protagonista de la misma y el propio autor. Mientras Philip Carey posee problemas de adaptación social debido a un pie equino que le hace caminar con dificultad, Somerset fue tartamudo y con dificultades para llevar a cabo su vida social. Sin embargo, el escritor es considerado el rey Midas de la literatura del siglo XX ya que sus novelas como Al filo de la navaja y El velo pintado lo auparon entre los escritores más leídos.
La imagen de la portada es muy elocuente. El tómbolo de canto rodado de casi veintinueve kilómetros situado al sur de Inglaterra, que une Dorset con la isla de Pórtlant, es el escenario elegido por el autor para situar una pareja, allá por 1962, en una habitación de hotel durante su primera noche de boda. Ella camina sola.
Tienes que leerte Los Cuentos del Don, me dijo. A ver si te lo consigo, no está fácil dar con Los Cuentos del Don. Los Cuentos del Don los leí en el cuartel y creo que te van a gustar.