Ensayo, filosofía, todo lo relacionado con el mundo del pensamiento, las ideas y el debate

Yo, Tituba, la bruja negra de Salem
Maryse Condé
De nuestras secciones destacamos especialmente...
Ensayo, filosofía, todo lo relacionado con el mundo del pensamiento, las ideas y el debate
Además de libros relacionados al mundo de la música y el cine, nos aventuramos con otros formatos: Discos de vinilo, Cd's, DVD y Blue-ray
Novelas, poesía, ediciones independientes y fondo. Algunos releidos, novedades y títulos de siempre.
Compartimos en este espacio lo que nos va llegando, nuestros destacados.
Maryse Condé
Maxim Ósipov
Abdulrazak Gurnah
Nuestro blog es como una brújula, tiene muchas direcciones, por eso creemos que podrá servirte de guía. Está hecho con las reseñas que nos hace llegar nuestra clientela y amistades. Si quieres publicar las tuyas contáctanos.
Las Fábulas son las unas feroces y las otras no tanto. Sin embargo los cuentos inquietan bien poco. No por ello pierde entretenimiento la lectura de quien logra, a través de animales de todo tipo así como de seres humanos, escandalizar la moralidad de una ciudad en auge como la de San Francisco de finales del siglo XIX, usando un macabro sarcasmo para hacer entender que las relaciones entre las personas en función de los sectores de poder que ostentan toman en ocasiones vericuetos que solo en la fábula adquieren su máxima expresión, y pueden hacernos entender cuán ridículos quedamos ante los animales.
Maus, aún siendo un cómic en el que los judíos están representados por ratones y los nazis por gatos, nada tiene que ver con la historia de un niño con pijamas a rayas que deja un sabor de inocencia a un lado y otro de la alambrada. Esta es una historia real que a través de texto y viñetas enseña el confinamiento de los judíos polacos desde que son hechos visibles al portar el identificativo bien claro en sus abrigos. Pasa por su reclusión en barrios de las ciudades de los que no pueden salir para acabar escondidos en dobles fondos de carboneras, basureros y sótanos hasta que eran deportados a campos de concentración como el de Auschwitz del que solo escapaban por la chimenea de los hornos crematorios al ser transformados en humo.
Lo cuenta un testigo que vivió como una rata, y lo hace sin acritud, sin rencor, sin añadir odio, solo lo cuenta, lo cual ya es más que suficiente. Y lo hace a su hijo, el ilustrador y guionista del libro, mientras en la casa cuenta los clavos, las cerillas, aprovecha la bolsa del té, canjea la comida que no va a usar, en su doble condición de comerciante judío y judío que vivió al borde de la muerte y sabe el significado de esas medias raciones de pan que tuvo que esconder para poder canjearlas por alguna mejora que le ayudara a sobrevivir.
El progreso del amor ha sido eso, el progreso del amor hacia lectura de esta escritora. Si bien, en el leído anteriormente, demasiada felicidad, me costó algo disfrutar de la misma, de la felicidad y de la autora, en esta ocasión el progreso ha sido notable. Ya no me cuesta tanto seguir los lazos de parentesco entre los personajes que aparecen en sus cuentos ni situar geográficamente los cambios de domicilio de las familias, siendo más sencillo entender su forma de fraccionar literariamente las historias vitales de quienes aparecen en sus relatos. Historias que por otra parte no son nada del otro mundo a las que Munro aporta toques íntimos, de esos que todos pensamos en la conversaciones en nuestra vida diaria, pero que no nos atrevemos a decir porque pueden sentar mal, porque entendemos serían mal educados, y que acaban por provocar un giro real en las relaciones interpersonales pues son las que realmente importan.