Hay novelas en las que se agradece que el propio autor explique en una NOTA: las ideas que desarrolla en los diferentes capítulos. También es de agradecer el número de páginas dedicadas a la introducción así como las notas a pie de página del editor. De lo contrario solo lectores avezados disfrutarían de esta novela acrisolada como la propia Cuba formada por españoles, africanos y chinos, en la que el autor unas veces está dentro y otras fuera de lo escrito, pasa de la novela al teatro, del pasado al presente (la novela vio la luz en 1965 con el escritor en el exilio parisino) en la que rememora la Cuba de los 50, con su cabarets, barrio chino, un general encelado con una vedete, maricas, plumas, y n largo etcétera para acabar con La Entrada de Cristo en La Habana como alegoría a la entrada de Fidel. Un crisol que no es fácil de seguir entre la Virgen del Cobre, de La Regla, el Palo Mayombe, la santería yoruba y el ñañiguismo carabalí, el caimito la guanábana y el mango, el sato el guchinango y el jabao.
Uno de estos lectores avezados es Juan Goytisolo quien opina que «Leer a Sarduy es una perpetua fiesta de la inteligencia y de los sentidos»
Rayuela. Julio Cortazar
La rayuela se juega con una piedrita que hay que empujar con la punta del zapato. Ingredientes: una acera, una piedrita, un zapato, y un bello dibujo con tiza preferentemente de colores. En lo alto está el Cielo, abajo está la tierra, es muy difícil llegar con la piedrita al Cielo, casi siempre se calcula mal y la piedrecita se sale del dibujo. Poco a poco… se aprende a salir de la Tierra y remontar la piedra hasta el Cielo, hasta entrar en el Cielo, lo malo es que justamente a esa altura, cuando casi nadie ha aprendido a remontar la piedrita hasta el Cielo, se acaba de golpe la infancia y se cae en las novelas, en la especulación del otro Cielo al que también hay que aprender a llegar. (Capítulo 36)
Según palabras de propio Cortazar: El problema central para el personaje de Rayuela, con el que yo me identifico en este caso, es que él tiene una visión que podríamos llamar maravillosa de la realidad. Maravillosa en el sentido de que él cree que la realidad cotidiana enmascara una segunda realidad que no es ni misteriosa, ni trascendente, ni teológica, sino que es profundamente humana, pero que por una serie de equivocaciones ha quedado como enmascarada detrás de una realidad prefabricada con muchos años de cultura, una cultura en la que hay maravillas pero también profundas aberraciones, profundas tergiversaciones.
Lo cierto es que entre lo Maravilloso y la Realidad, la lectura se mueve entre capítulos imprescindibles que se han convertido en auténticas enciclopedias sobre el Jazz que nada afectan a la lectura y otros prescindibles que son una pena perdérselos. No es fácil leer Rayuela, se haga de forma lineal o saltando capítulos si se sigue la guía propuesta por el autor a modo de quien golpea la piedrita con el pie. Lo que da a entender el por qué ha cosechado desde 1963 lectores que han dejado su lectura en la Tierra para otra ocasión y otros que han logrado llegar al Cielo con ella. Por ejemplo, mi caso, que hace 25 años traté de leerla y la dejé enterrada y ahora, cuando se cumple el 100 aniversario del nacimiento del escritor, que he degustado muchos de sus capítulos.
Muerte súbita, Alvaro Enrigue
Coja Ud. el libro e imagine que es el fondo sobre el que tomará forma un puzle cuyo resultado será una obra de Michelangelo Merisi. Para ello ha de convertir sus 59 capítulos en otras tantas piezas. No le importe sobar las esquinas de las hojas hasta ablandarlas, estirarlas, hamacarlas, mamelonarlas, crear pseudópodos, invaginarlas, evaginarlas, meter, sacar. Evite toda pudicia si nota en ellas mucosidad filante al tacto o cierto tufillo prostático, pues algunas destilan efluvios de alcoba con tintes selváticos, catedralicios, barragánicos.
Lo primero que le sorprenderá son dos fichas que sitúan a Quevedo y Caravaggio disputando un partido de tenis. Junto a éstas se irán acoplando otras. Una para describir las pelotas al uso, realizadas con pelo, de ahí que se llamen pelo-tas, y entre ellas una con propiedades de talismán al estar realizada con pelo de Ana Bolena antes de ser decapitada, y que en su debido cofrecito circula entre banqueros y aspirantes al trono de Pedro. En otra aparece de espectador Osuna casado con una cortesana, nunca mejor expresado, al ser nieta de Cortés, personaje impopular en las dos orillas. Y así se irán sumando capítulos al rompecabezas hasta crear un tótum revolútum sobre los inicios del tenis, el arte pictórico del artista y sus cuadros, La Nueva España, Tenochtitlán, Cuauhtémoc y Hernán; sobre Pío IV, Calvino, Lutero, La Santa Inquisición y La Contrarreforma, La Utopía de Moro y de Vasco de Quiroga hasta conseguir reunir la técnica de los colorista de amantecas aztecas con los claroscuros del Barroco que el maestro captó en su estudio usando la luz de las velas.
Al terminar conviene que aleje tanto el puzle como el libro, lo sopese, y lo vuelva a mirar forzando la presbicia y lo vuelva a distanciar de tal forma que el vicio y el placer con el que ha leído cada uno de los inconexos capítulos los verá de una sola pieza y comprenderá la diferencia entre un cuadro colgado en la cabecera de la cama de un hotel y un Caravaggio o entre un best seller y una novela merecedora del premio Herralde 2014.
La conciencia de Zeno, Italo Svevo.
Svevo envía a Zeno al psiquiatra y éste le recomienda a su paciente que vaya recogiendo en un diario todas sus impresiones. Este argumento tan simple le sirve al autor para investigar la mente de Zeno, el consciente y el inconsciente del protagonista que no viene a ser sino una proyección de la conciencia del propio escritor. En 1923 salen a la luz pública todas las anotaciones de Zeno. De esta forma Zeno a sus 57 años, triste y adúltero, expone su adicción al tabaco, su obsesión por las mujeres, su visión de los negocios, el temor a la guerra, su miedo a la muerte, y su propia visión del psicoanálisis al tiempo que psicoanaliza la sociedad en la que vive.
La portada del libro, obra del checo Frantiseck Kupka es un fiel reflejo de su lectura. Mediante el uso de toda la gama de amarillos, color representativo de la inteligencia, el pintor muestra un lector fumador en una actitud inerte, carente de actividad, que emana melancolía junto a cierta mirada entre indiferente y arrogante, mirada que provoca al órdago para quien quiera atreverse a conocer qué hay detrás de esos ojos y en el interior del libro que lleva en su mano.
Un extraño envío. Julia Otxoa
Huevos fritos con papas fritas siempre ha existido como manjar. Ahora, esos platos viejos se presentan como grandes descubrimientos bajo nombres como huevos estrellados, al estampido, etc. Al igual ocurre con los cuentos. Los hay que para darle un toque original le añaden un poco de cebolla y algo de chorizo y otros, tacos de jamón serrano; así como hay quien los presenta en plato, escudilla o en timba. Son reinvenciones de un plato de supervivencia al que en ocasiones se le pretende dar un toque tan personal que mejora en presentación y sabor mientras que en otras acaba desvirtuado.
Julia Otxoa, como ya anticipa su apellido, por el mero hecho de ser vasca se le ha de suponer buena mano para la cocina. Desconozco si es así pelando papas, cascando huevos y entre fogones. Pero una vez leído Un extraño envío es evidente que tiene buena mano para escribir relatos breves, pelándolos de lo innecesario y cascándolos para sacarles el jugo hasta lograr un buen plato con sus añadidos de humor e ironía.
La subasta del lote 49. Thomas Pynchon
Esta subasta es la mejor introducción para adentrarse en los mundos de Pynchon en los que la trama salta, usando como hilo conductor a Edipa, su protagonista, de una mano a otra aportando pistas para desentrañar el contenido del lote 49 en un alarde de interconexiones entre realidad y ficción fronterizo con la paranoia. Ella recibe de su antiguo novio, como herencia, la responsabilidad de convertirse en su albacea y viaja para valorar su nueva competencia. En ese viaje se suceden los contactos con personas y sociedades que patrullan esos acantilados de la mente en los que el ser humano a fuerza de preguntarse su existencia ante la nada acaba flotando sin billete de retorno. Así, la trama crea una enredadera de conexiones en ocasiones compleja de establecer como lo son la vida de sus personajes y probablemente la del propio Pynchon, escritor del que apenas se conocen media docena de fotos suyas de estudiante y recluta en la marina dada su fobia social.
La glorieta de los fugitivos. José María Merino.
Los microrrelatos, minificciones, nanorrelatos son nombres actuales para una propuesta tan antigua como el cuento breve surgido en todas las culturas pero que por corto no deja de contar grandes historias. JM Merino nos presenta en este libro una serie de cuentos fugitivos de otros libros suyos reunidos en forma de glorieta que hace girar la imaginación. Tras hablar con todos ellos ha sido Ecosistema quien no ha tenido inconveniente en fugarse y cambiar de atmósfera para escapar del formato papel a electrónico.
El día de mi cumpleaños, mi sobrina me regaló un bonsái y un libro de instrucciones para cuidarlo. Coloqué el bonsái en la galería, con los demás tiestos, y conseguí que floreciese. En otoño aparecieron entre la tierra unos diminutos insectos blancos, pero no parecían perjudicar al bonsái. En primavera, una mañana, a la hora de regar, me pareció vislumbrar algo que revoloteaba entre las hojitas. Con paciencia y una lupa, acabé descubriendo que se trataba de un pájaro minúsculo. En poco tiempo el bonsái se llenó de pájaros que se alimentaban de los insectos. A finales de verano, escondida entre las raíces del bonsái, encontré una mujercita desnuda. Espiándola con sigilo, supe que comía los huevos de los nidos. Ahora vivo con ella, y hemos ideado el modo de cazar a los pájaros. Al parecer, nadie en casa sabe donde estoy. Mi sobrina, muy triste por mi ausencia, cuida mis plantas como un homenaje al desaparecido. En uno de los otros tiestos, a lo lejos, hoy me ha parecido ver la figura de un mamut.
Una habitación con vistas. Edward M. Forster
Una habitación con vistas es un viaje de ida y vuelta a Florencia. Una primera parte para recorrer la ciudad y su campiña de la mano de aquellos ingleses de clase alta que viajaban a Italia en busca de cultura, y una segunda parte en Inglaterra entre los convencionalismos de personajes afines al orden establecido. En el trasiego una chica que quiere pensar por sí sola y zafarse del matrimonio impuesto y un chico que no encuentra la felicidad al ser educado por su padre con mentalidad más europea alejada de las formas victorianas. La novela es una oportunidad para vivir la época pero ha de ser leída entre el aroma de una pipa cerca de una chimenea o en un jardín soleado entre tazas de te ya que de lo contrario, a los ritmos actuales del aquí te pillo aquí te mato, aquí paso por vicaría aquí me amancebo, las vicisitudes de Lucy, su protagonista, caben en una sola hoja, y en el descuido, entre renglón y renglón, hasta es posible que eche una canita al aire en la misma habitación donde empieza y termina la historia.
SERVIDUMBRE HUMANA. SOMERSET MAUGHAM
Servidumbre humana es otra de esas lecturas que ocupa toda la mano. De hecho hay editoriales que han dividido la novela en dos tomos como dos son las historias que corren paralelas entre el protagonista de la misma y el propio autor. Mientras Philip Carey posee problemas de adaptación social debido a un pie equino que le hace caminar con dificultad, Somerset fue tartamudo y con dificultades para llevar a cabo su vida social. Sin embargo, el escritor es considerado el rey Midas de la literatura del siglo XX ya que sus novelas como Al filo de la navaja y El velo pintado lo auparon entre los escritores más leídos.
Teje el escritor de Servidumbre la vida del protagonista con muchos aspectos de su propia biografía como el perder a su madre siendo joven, ser enviado a vivir con un tío clérigo y enfrentarse a los estudios de medicina. En Philip proyecta sus ansias de viajar y conocer mundo mientras que el escritor desapareció un año por Indonesia. Enamora a Philip de Mildred, una mujer vulgar pero seductora, que desprecia su amor de forma despectiva lo cual, una vez conocida la vida del escritor no parece lejano el comportamiento de ella del suyo propio, pues Maugham casado y con una hija sobresalió por su soberbia y mala educación con sus allegados, entre ellos sus parejas homosexuales, lo que facilitó una ausencia de familiares y amigos tras su muerte.
Servidumbre humana es considerada la obra más autobiográfica de Maugham y uno de los libros más leídos del siglo XX siendo lectura de referencia para otros escritores como George Orwell, Graham Greene y García Márquez.
Drácula. Bram Stoker
La única explicación que encuentro a más de 100 películas inspiradas en la figura de , a versiones originales y subtituladas, a versiones propias del director, a versiones completas, a documentales de cómo se hizo, a decenas de adaptaciones al teatro así como publicaciones de tipo comics y videojuegos, es la misma explicación que encuentro para entender la cantidad de ediciones que tiene esta novela así como la de idiomas en la que se puede encontrar; y esta explicación es que Bram Stoker al escribir Drácula ha dejado la huella de su pluma en la literatura universal tal y como dejara sus colmillos en el cuello el que fuera heredero de Vlad Drăculea.