Terminada la Feria del Libro de Santa Cruz y una vez de vuelta al Puerto nos hemos planteado algunas cuestiones en torno a las conversaciones que mantuvimos, las cosas que vimos, las que oímos y algunas que nos imaginamos. Se repite siempre tanto dentro como fuera de la librería el hecho de verte hablando del precio de los libros. Este es un tema que genera opiniones para todos los gustos y que gira a un lado o a otro en base al efectivo que tenga el interlocutor. Está claro que gastamos nuestro dinero según nuestras preferencias y necesidades así que cada cual debe tener su opinión sobre si un libro es caro o barato. Nosotros solo insistimos en que hay libros y precios de todo tipo y si se buscan libros baratos se encuentran, de la misma manera que se encuentran libros realmente caros. Lo que creemos que es más importante es que se valore el hábito lector y que para fomentarlo, cultivarlo y desarrollarlo no debería escatimarse en esfuerzo ni en dinero.
Otra cosa que está clara es que leer es realmente interesante. Y aparentar que se lee, parece que lo es más. Una feria del libro, aunque sea de provincias, es un sitio ideal para fardar un poco. Pasear comentando los títulos y autores que te vas encontrando, y opinar sobre ellos, cuestionar a Tolstói después de ojear Guerra y Paz, valorar los libros por sus portadas, «¿tienes la sombra de Dorian Grey?»
A los libreros lo que realmente les gusta hacer en las ferias es vender libros, que el público se acerque y tras charlar un rato o sin hacerlo intercambien sus libros con el dinero de los visitantes. Es una necesidad vital que hay que cubrir para poder sobrevivir como libreros y que a la vez convive con la necesidad de saber que un libro llega a la persona adecuada, que será leido y disfrutado y que provocará un aumento del apetito lector.
Afortunadamente hay tanta variedad de público como tipos de libros. Como ya hemos dicho al librero le interesa aquel que consume libros, el que está dispuesto a recorrer la feria buscándolos con intención de pagar por llevarse a su casa uno o los que pueda. Captar a este público requiere concretar ciertos detalles que es muy difícil tener en cuenta si se trabaja desde la improvisación, la ignorancia, o el desconocimiento y por eso creemos que los libreros deberíamos tomarnos más en serio nuestro trabajo a la hora de plantearnos la participación o la organización de cualquier feria del libro. Afortunadamente seguimos siendo imprescindibles en un evento de estas características, así que deberíamos trabajar más y mejor, para que la Feria de Santa Cruz, por ejemplo, pueda convertirse en un evento lo suficientemente importante como para garantizar el protagonismo que el libro y el fomento de la lectura se merece.
La Feria del Libro de Santa Cruz de Tenerife, bajo nuestro punto de vista ha tenido una afluencia de público algo menor respecto al año pasado aunque las ventas han mejorado un poco, casi un 3%. La programación nos ha parecido incompleta, inconexa, algo ambigua e improvisada. Creemos que algunos de los autores elegidos le hacen un flaco favor al mundo del libro con sus publicaciones. Desgraciadamente vender muchos libros no siempre es sinónimo de calidad, que la ha habido, pero nos pareció insuficiente. Sabemos que la foto de la feria no ha quedado mal, pero entendemos que tras ella hay muchísimas carencias que tenemos que mejorar. Se puede hacer más y se puede hacer mejor, así que deberíamos, asumir nuestra responsabilidad y centrarnos en lo que nos interesa como sector.
El libro más vendido en Masilva ha sido Amagi, de Sagar Prakash Khatnani y aprovechamos para felicitarlo porque creemos que ha escrito uno de esos libros que ayudan y fomentan el hábito lector.
Ahora nos preparamos para la Feria del Libro de La Laguna. Comienza el jueves 5 de junio y se prolongará hasta el domingo 9. Parece ser que el Ayuntamiento de La Laguna carece de recursos para organizar un evento en condiciones y aparte de los libreros habrá variada animación infantil. la verdad es que viendo el programa lo de Feria del Libro se queda un poco grande. En fin, allí nos vemos.