ADIOS A LAS ARMAS

Ernest Miller Hemingway fue un escritor y periodista estadounidense, y uno de los principales novelistas y cuentistas del siglo XX. En una entrevista concedida en 1958 a ‘The Paris Review’, Ernest Hemingway reconoció que había reescrito el final de la novela ‘Adiós a las armas’ 39 veces, antes de quedar satisfecho.

adios-las-armas«Hemingway se alistó, siendo norteamericano, en el ejército de Italia. En él figuró como conductor de ambulancia apoyando la defensa de la frontera contra los austriacos que tuvo lugar durante la Primera Guerra Mundial. Su convalecencia en un hospital como herido de guerra le facilitó el enamorarse de una enfermera, de la cual nunca más supo. Producto de esta experiencia nació años más tarde Adiós a las armas.    Recomendarla como novela bélica no sería una buena recomendación para los amantes de este género ya que en palabras del protagonista dice el escritor “la guerra no se gana con la victoria”. Así mismo recomendarla como novela de amor tampoco ya que a pesar de entender la pareja como “los dos somos uno” Frederick acaba odiando al fruto de ese amor que amenaza separarlos. Sencillamente se debe recomendar por la buena que es.»(Javier González).

LA UTILIDAD DE LO INÚTIL

hay algo que, sin embargo, no se puede alcanzar con todo el oro del mundo, el conocimiento. El saber es el fruto, el resultado, de un esfuerzo personal y únicamente quien lleva a cabo ese esfuerzo puede entender el sentido de lo que está aprendiendo. Si el jeque más acaudalado del mundo quiere comprar el saber y firma un cheque en blanco para lograrlo, nadie le podrá vender el conocimiento. Si el jeque no hace el esfuerzo para aprender no aprenderá nunca. Nuccio Ordine

utilidad inutil«¡Coño!, qué maravilla sumergirse en las páginas de este manifiesto «La utilidad de lo inútil» y así sustraerse de la verborrea vacua que destilan, desde los telediarios o desde las portadas de la prensa impresa, los portavoces de los distintos -¡tan parecidos!, sin embargo- partidos o iglesias. Nuccio Ordine arremete contra el rampante utilitarismo que nos sofoca y oprime en un texto lúcido y articulado que se apoya en el magisterio de un amplio plantel de filósofos, literatos y pensadores de primera línea. Una lectura obligada como antídoto frente a la estulticia y un placer del que no conviene privarse.» (Miguel Hernández)

DONA BÁRBARA

Doña Bárbara nació en un hato de Juan Vicente Gómez… el hato de La Candelaria. Allí asimilé ese olor a vacadas y a boñiga de que mi novela está llena. También sentí, a través del cuadro campesino, el hálito de la barbarie que afligía a mi patria. Instintivamente perseguí el símbolo, y apareció con toda su fuerza la protagonista. No era aquello intencional, pero sí intuitivo. Y a eso puede quizá atribuirse el buen éxito: a la humanidad que hay en el mismo hecho extraordinario. Rómulo Gallegos

doñabarbara¿Y pensar que esperaba otra cosa? Fue lo que me dije tras leer la primera página. Esto va a ser el guión de un culebrón criollo. Pero Rómulo Gallego como la propia Dª Bárbara tiene su retranca al escribir y solo unos renglones más tarde se abre todo su lenguaje como la inmensa llanura venezolana donde la moneda de cambio es la morocota de oro, el caballo salvaje que guía el hatajo es un padrote y el toro un bigarro. Un capítulo espolea al otro como un llanero a su montura y apetece leerlo a voz en alto, para ser escuchado, creyendo ser un brujeador que persigue páginas día y noche como quien practica cazar bestias salvajes sin dejarlas pacer ni dormir mientras habla consigo mismo. Los deseos y los sentimientos de los personajes están tan bien entretejidos que han marcado toda una línea a seguir, por lo que no es de extrañar que sean los mismos que han sido llevados a la pantalla bajo el título de Cristal o de Abigaíl solo que en éstas últimas las formas de expresión de esos deseos y sentimientos no son ni la sombra de La Dañera Dª Bárbara.  (Javier González)


HERZOG

estaba demasiado ocupado en convertirme en novelista como para tomar nota de lo que ocurría en los años cuarenta

herzog.jpgMe lo prestaron. Un desconocido. Me explico: el autor y el título. Premio Nobel él y el protagonista, Moses Herzog, un ex-profesor de cuarenta y siete años, al que su mujer acaba de abandonar por uno de sus mejores amigos, cuya trayectoria profesional se ha venido abajo debido a su indolencia y cuya vida, en general, parece haber entrado en un callejón sin salida.
Comencé a  leerlo. Primera frase: “Si estoy chalado, tanto mejor, pensó Moses Herzog”. Esto promete. 20 páginas más adelante anduve por Venezuela con Dª Bárbara. 10 más y me embarqué con Sawyer por el Misisipi. 20 más y descubrí la mecánica de la naranja. Aún lo intenté 15 páginas más, tras las que disfruté con Dª Fabrizio El Gatopardo.
Lo devolví. Un conocido. Me explico: quien me lo prestó. A Herzog no logré tener el gusto. (Javier González)

TODO SE DESMORONA

yo estaría completamente satisfecho si mis novelas, especialmente las que situé en el pasado, hubieran servido al menos para enseñar a mis lectores que su historia, a pesar de todas sus imperfecciones, no fue la larga noche de salvajismo de la que los europeos, actuando en nombre de Dios, vinieron a liberarnos

chinuaAtravesamos La Plaza del Charco y ahí están ellos; llegamos a San Telmo y ahí están ellas. Los negros con sus bolsos, las negras con sus trenzas. Cerramos los ojos y viajamos imaginando África. Podemos elegir entre soñar con el Celta de Vargas Llosa o dejar nuestro Corazón en Tinieblas como lo hiciera Joseph Conrad; podemos recrear Memorias de ese continente con Redford y Streep gracias a Isak Blinsen o hacer el descenso del Río Ulanga, a bordo de La Reina de África con Bogart y Katherine, propuesto por CS. Forester. En cualquier caso todo el colorido imaginado lo veremos filtrado por el color blanco.
Leer a Chinua es imaginar África en su verdadero color: el negro.  El mundo negro escrito por un negro en una aldea cuyo protagonista observa cómo todo se desmorona a su alrededor conforme el blanco va imponiendo su color. Con una gran sencillez al escribir, Achebe expone los valores del pueblo Igbo, en Nigeria, en confrontación con los valores aportados por la ocupación inglesa y la ética protestante. (Javier González)

EL RUIDO Y LA FURIA

El ruido y la furia

«La vida no es más que una sombra… Una historia narrada por un necio, llena de ruido y furia, que nada significa.» Macbeth, Shakespeare

William Faulkner fue un narrador y poeta estadounidense. En sus obras destacan el drama psicológico y la profundidad emocional, utilizó para ello una larga y serpenteada prosa, además de un léxico meticuloso. Nobel de Literatura del año 1949.

El ruido y la furia«El Ruido y la Furia seguramente ha de deber su título a otras múltiples razones pero probablemente para quien se acerque por primera vez a Faulkner a través de este título no le quede otra que experimentar el ruido de fondo, durante la lectura del primer capítulo, provocado por las frases inconexas de un retrasado mental, los saltos temporales y las continuas apariciones de sus diferentes cuidadores sin una relación lineal. Quien preserve, tras darse cuenta de la maestría del escritor al ponerse en la piel del personaje con tales deficiencias, y aún el libro no haya hecho ruido al tirarlo sobre la mesa por imposible, pasará a la furia provocada por el enfado de un segundo capítulo donde imita a través del uso de párrafos carentes de puntuación e inconexos el estado depresivo de otro de los personajes mientras discurre sobre el paso del tiempo. Si aún el libro permanece en las manos, la lectura de los dos capítulos restantes dará a entender el por qué del ruido ejercido por este libro que figura entre los de obligada lectura para muchos escritores y es referenciado en múltiples listados dentro de las mejores novelas a nivel mundial. Llegado al final del libro, el lector tras el apéndice que facilita la comprensión de lo dejado entre frases inconexas y ausencias de signos de puntuación, acabará enganchado con furia a este autor que como pocos ha sabido usar el flujo de conciencia en personajes tan pintorescos. » (Javier González)

LOS VIAJES DE GULLIVER

viajes de Gulliver

Jonathan Swift, escritor irlandés. Su obra principal es Los viajes de Gulliver, que constituye una de las críticas más amargas que se han escrito contra la sociedad y la condición humana. Oficialmente, las dos lunas de Marte (Fobos y Deimos) fueron descubiertas en 1877 por el astrónomo Asaph Hall, quien pudo verlas desde el Observatorio Naval de los Estados Unidos, cerca de Washington. Sin embargo, más de ciento cincuenta años antes Swift las había descrito con bastante exactitud en Los viajes de Gulliver.

viajes de Gulliver«Estaba leyendo en el escalón del zaguán de casa mi madre cuando pasó Abelardo. Aquí leyendo, le dije. ¿Los viajes de Gulliver? se extrañó. Pero… ¿Ese no lo leíste de joven? Sí, le contesté, pero en formato cuento con la típica ilustración de Gulliver atado en la playa de Liliput.
Realmente es ese el recuerdo que casi todos tenemos de este libro. ¿Pero, y del resto de los viajes que hizo Lemuel? Y lo que es más: ¿Qué tiene este libro que explique el que se siga editando? Lejos de lo que pudiera ser pura imaginación, Swift continua vendiendo libros porque siguen habiendo adultos interesados en comprobar cómo se las compuso para escribir un auténtico ensayo, satírico y descarnado, sobre la sociedad de su tiempo (vigentes hoy en día todas las incongruencias vistas por el Rey de Brobdingnag a las explicaciones dadas por Gulliver sobre la vida en Inglaterra) utilizando toda su inventiva para crear mundos en los que solo hace falta cambiar sus ficticias estructuras de convivencia por capas y estamentos sociales actuales (la Academia de Proyectistas Políticos no tiene parangón) y los comportamientos y tomas de decisiones realizados hoy en día por los humanos por discusiones en las más altas esferas para dilucidar en Liliput cómo se ha de partir un huevo.
Una pena que Lemuel Gulliver no hubiera anotado en su diario sus impresiones acerca de los yahoos de Tenerife donde arribó el 14 de Septiembre de 1710.» (Javier González)

HELENA O EL MAR DEL VERANO

helena o el mar

«Y al final teníamos los pies fríos y la cabeza caliente y una cosa como un sopor y un velo rojizo sobre los ojos y la boca temblorosa y reseca. Pero lo peor no era nada de esto, sino el remordimiento…»

helena o el marJulián Ayesta Prendes (Gijón 1919-1996) fue un escritor español de posguerra, colaborador de las principales revistas literarias de esta época (Garcilaso, Acanto, Fantasía, Juventud)La novela, única obra de narrativa del autor, ha sido traducida al francés (1992), al alemán (2004), al griego (2005), al holandés (2006), al inglés (2008) y al italiano (2009).

«Se lee de un soplillo. Una pena que sea novela tan corta, sin embargo, su brevedad es una invitación a empezarla de nuevo, disfrutando del mismo sonido de la ola que se mece en la orilla, del mismo olor a las algas que arrastra sobre la arena, del mismo color de su espuma a sabiendas de que cada ola es distinta. Con esa inocencia propia de una ola cuando baña la playa así está escrita Helena o el mar de verano, con la inocencia intrínseca a ese verano en el que algo ocurre de forma inocente, y nos transforma. Una extraordinaria oportunidad, a través de una excelente prosa, para revivir ese verano de cada cual en el que la presencia de Helena nos hizo enfocar la vida con ojos menos inocentes.» (Javier González)

JAVIER TOMEO. CUENTOS COMPLETOS

Cuentos Completso. Javier

«El monstruo permite señalar defectos o decir: “Eres solo un poco más agradable que él”. A mí me sirve para intentar moralizar.»Javier Tomeo

Cuentos Completso. Javier <tomeo«Tomeo, aragonés, realiza una mezcla de Tomás de Iriarte (Ranillero) y Claudio Eliano (Griego) al escribir Bestiario. En él usa en su mayoría insectos y otros animales de menor reputación, para mezclar literatura y conocimientos zoológicos. En Zoopatías y Zoofilias son los hombres los que adquieren forma animal y viceversa; una forma divertida y curiosa de unir ambos mundos. En Nuevo Bestiario hace uso más de la historia y las cualidades de cada animal que de la literatura por lo que presenta excelentes resúmenes sobre particularidades de los animales que sorprenden al lector. Cuentos perversos, los nuevos inquisidores, inéditos y reescrituras nada tienen que ver con los animales; sí con el mundo de Tomeo en el que siempre están presentes los miopes y cojos y un Alter Ego llamado Ramón que acompaña al escritor con el que conversa y discute dándole a sus relatos una particular maestría que los ha convertido en fuente de recursos a muchos cuentacuentos.» (Javier González)

TODO LO QUE TENGO LO LLEVO CONMIGO

Todo lo que tengo lo llevo conmigo

«La literatura no es lo único poético. La vida también es poética. El mero hecho de escribir literatura no nos convierte en personas especiales. En verdad, en casi todo lo que hacemos dependemos de la mirada de la gente que no escribe literatura.”

Herta Müller nació el 17 de agosto de 1953 en Rumanía,  estudió filología germánica y rumana en la Universidad del Oeste de Timisoara entre 1973 y 1976. Destaca por sus relatos acerca de las duras condiciones de vida en Rumanía bajo el régimen comunista de Nicolae Ceauşescu, pero su tema principal es cómo una dictadura deteriora y rompe toda forma de relación humana. En 2009 se le concedió el Premio Nobel de Literatura

Todo lo que tengo lo llevo conmigo«Hay libros que cuando te cuentan de qué van no suelen gustar de leer pues bastante mal se están poniendo las cosas como para que la lectura nos amargue el rato de placer que dedicamos a ella. ¡Qué necesidad de andar metidos en un tren camino a Rusia desde Rumanía cuando las puertas del vagón de ganado no se abren en días y para alimentar a los que van dentro le lanzan una cabra cadavérica! ¡Qué obliga a seguir leyendo sobre el valor de una cucharada de sal, de un calcetín de lana, de una tapa para cubrir el caldero y así no ver lo que dentro se cocina! ¡Y qué tristeza cuando tras cinco años en concentración los recuerdos han quedado tan sedimentados que incluso en libertad se sigue viviendo en el campo! Sin embargo, a pesar de la dureza de lo relatado, del continuo vuelo del angel del hambre, se sigue leyendo, no solo por decoro hacia aquellos alemanes expatriados al igual que los judíos por el mero hecho de “pertenecer a” sino por los brotes de vida a los que ellos se agarraron para seguir, como lo hace el lector al libro, saboreando esos pequeños regalos primaverales que ofrece la escritora, iluminándolo hacia lo realmente útil, aquello que transportamos debajo de nuestra piel, lo que viene a ser todo lo que llevamos con nosotros, lo único que poseemos, todo lo que realmente nos pertenece.» (Javier González)