La portada y el título son tan sugerentes como lo escrito. Un entomólogo vive aislado cerca de unas cuadras realizando su tesis. Los caballos que sirven de esparcimiento y educación a los jóvenes del pueblo enferman mientras sus habitantes se dedican a la labor de cantería. Desde su atalaya el investigador relata la vida de los ciudadanos en la que sus quehaceres diarios de comunicación con el resto de congéneres y sus formas de reproducción poco distan de los comportamientos de los mosquitos a estudio.
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