Esta subasta es la mejor introducción para adentrarse en los mundos de Pynchon en los que la trama salta, usando como hilo conductor a Edipa, su protagonista, de una mano a otra aportando pistas para desentrañar el contenido del lote 49 en un alarde de interconexiones entre realidad y ficción fronterizo con la paranoia. Ella recibe de su antiguo novio, como herencia, la responsabilidad de convertirse en su albacea y viaja para valorar su nueva competencia. En ese viaje se suceden los contactos con personas y sociedades que patrullan esos acantilados de la mente en los que el ser humano a fuerza de preguntarse su existencia ante la nada acaba flotando sin billete de retorno. Así, la trama crea una enredadera de conexiones en ocasiones compleja de establecer como lo son la vida de sus personajes y probablemente la del propio Pynchon, escritor del que apenas se conocen media docena de fotos suyas de estudiante y recluta en la marina dada su fobia social.