Entretenida sí que es. Disparatada puede que parezca si te pierdes en ella con sus saltos de un personaje a otro, de un tipo de narrador a otro, de una aventura que se solapa con la otra a cual más inverosímil. Pero al margen de ello no deja de ser un ejercicio de imaginación con una hoja de ruta muy bien establecida en forma de carrusel en el que escritor, protagonista, personajes principales y secundarios entran y salen de la realidad a la ficción de la propia novela que compone el propio narrador lo cual en ocasiones puede despistar al lector. Como lectura refrescante entre otras más densas está muy bien y como opción juvenil también.
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