Dice uno de los treinta cuentistas que componen esta antología que como buen vasco que es, a él no le interesa la liga, que lo que le interesa es el partido, y que esa es la diferencia que él ve entre la novela y el cuento. Así a este libro de muchos cuentos se le puede sacar mucho partido. Partidos con finales sorprendentes en el último minuto, encuentros en los que el desarrollo del juego es lo vital o bien aquellos en los que una jugada da sentido a los noventa minutos. Da igual, es lo bueno que tiene una selección de buenos cuentos, los vas leyendo de poco a poco y entre uno y otro saboreas el bocadillo en la grada.
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