Christopher Morley (1890-1957) nació en Haverford, Pensilvania. Estudió historia moderna durante tres años en Oxford. En 1913, se instaló en Nueva York y comenzó a trabajar en la editorial Doubleday. Pocos años después se convertiría, recorriendo Estados Unidos como columnista y reportero, en uno de los periodistas más prestigiosos de su época. Su primera novela fue La librería ambulante, publicada en 1917. Se le ha comparado con Noel Coward, y dijo de sí mismo que amaba tanto a Shakespeare como al Conan Doyle de las aventuras de Sherlock Holmes. Sin embargo, su dos grandes maestros fueron compatriotas suyos: Walt Whitman y Mark Twain. El eco de su obra se encuentra en escritores de distintos países y generaciones: de Kingsley Amis a Tom Wolfe.
La Librería ambulante es un viaje por caminos rurales de Estados Unidos de su protagonista y narradora, Helen McGuill, el señor Mifflin, su perro Bock y Peg, el viejo caballo que tira de El Parnaso. Un viaje vendiendo libros, y tratando de inculcar hábitos lectores «Que nos llamen hombres no nos convierte en hombres―pregona Mifflin―. Ninguna criatura sobre la faz de la tierra tiene derecho a creerse un ser humano a menos que esté en posesión de un buen libro».
Pero además, La Librería ambulante, es un viaje por la historia de la literatura clásica, ya que está plagado de referencias a autores y novelas, que sirve de guía para abrir al lector nuevas ventanas por las que asomar su curiosidad y nuevas puertas por las que entrar en nuevos mundos literarios.
Cuidada escritura, sencillez y buen sentido del humor al alcance de cualquiera.
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