Con soniquete de tango llegamos a cinco años, parece que fue el otro día cuando quitamos el cartel, «Se traspasa«, de su puerta para pasar al mundo de Masilva. Un mundo donde, sobre todo los libros habitan a sus anchas. Queremos agradecer especialmente a todas y todos nuestros clientes y amigos su constancia, su apoyo y su infinita paciencia ya que son el principal pilar para que hoy en día podamos celebrar este quinquenio con la mirada puesta en un horizonte lleno de ilusión y de trabajo.
Embarcarse en Masilva el mismo año que algo llamado Lehman Brothers quebró no nos pareció relevante. A día de hoy es probable, que aún sabiendo el tambaleo capitalista que provocaría esa noticia, Masilva hubiera zarpado de todas formas. Porque a pesar de haber implantado todas las técnicas posibles de lo que no se debe hacer para empezar un negocio hemos llegado a la barrera crítica que los gurús del emprendimiento establecen como el punto de partida. «Si tu empresa supera los cinco años será más difícil que fracase» Pues bien, el año que viene explicaremos el secreto de nuestro éxito.
Cumplimos cinco años por fechas de San Juan y nos vemos frente al abismo fuertes y consistentes, eso si, sin aspavientos, ni locuras, sin opulencias, ni juerga desmesurada. Algún capricho nos daremos porque hay que decir que apetecer apetece. Por lo pronto cerraremos por vacaciones unos días. Del 4 al 9 de julio y volveremos con más energía de la que nos cabe para tener nuestra puerta abierta en el verano portuense.
Los veranos también sirven para leer y Masilva quiere echar una mano para que las horas al sol sean lo más satisfactorias posibles. Acompañen a sus tumbonas y sombrillas con alguna lectura entretenida y reencuentrense con el placer de la lectura.
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