LAS MUERTAS

 

Jorge Ibargüengoitia Antillón  fue un escritor mexicano.  Ante todo un literato con alto sentido crítico. El humor de sus cuentos, sus novelas, sus obras teatrales y sus artículos periodísticos es de un sarcasmo fino y salvaje. Las Muertas, publicada en 1977 está considerada la obra definitiva de su autor.

Las Muertas“Hay libros que una vez leídos da gusto prestarlos. Entre otras cosas porque crees que estás ofreciendo un buen rato de lectura pero sobre todo porque te serán devueltos con cara de satisfacción. Este es el caso de Las Muertas. Esta crónica novelada pronto hace olvidar al lector que la trama se desarrolla a partir de un hecho real en torno a Las Hermanas Bolardo – Arcángela, Eulalia y Serafina- y sus desmanes para conseguir mantener los negocios que regentan como Leonas o matronas, introduciéndolo en una ficción de sucesos rocambolescos, salpicados por personajes que se suman al control en la compra y uso laboral de muchas jóvenes que con engaños, haciéndoles creer, a ellas o a sus familiares, que trabajarían como empeladas domésticas, acaban prostituidas. El Capitán Bedoya, La Calavera, el inspector Cueto o el gobernador Cabañas, sus intereses políticos, abusos de poder y sobornos, conducen al lector, con un buen sentido del humor, a la resolución de las vidas de estas mujeres, de su confinamiento, su hambruna y de varios asesinatos por descubrir.

Solo llegados al final del libro una foto nos devuelve a la realidad. Las Hermanas Bolardo tuvieron por nombre Las Poquianchis y las formas empleadas a mitad del siglo pasado no distan mucho de las usadas a día de hoy en el negocio inhumano conocido como trata de blancas. ” (Javier González)

LA GUERRA DE LOS MUNDOS

A mi juicio, el mejor gobierno es el que deja a la gente más tiempo en paz.

H. G. Wells  fue un escritor, novelista, historiador y filósofo británico. Es famoso por sus novelas de ciencia ficción y es considerado junto a Julio Verne uno de los precursores de este género

GUERRAMUNDOS«La Guerra de los Mundos recuerda a Tom Cruise dirigido por Spielberg en 2005; recuerda al musical de rock sinfónico creado por Jeff Wayne en 1978; a la primera versión cinematográfica de 1953; a la adaptación realizada por Radio Quito en 1949 que terminó con el incendio de la emisora y 35 fallecidos; a la versión radiofónica de Orson Welles que en 1938 sembró el pánico en N. York y Nueva Jersey.
Pero mucho antes que todo esto ocurriera, que existieran los extraterrestres y los ovnis, H.G. Wells imaginó Londres como el escenario de la primera invasión a la tierra. Nuestra imagen mental los trae en naves espaciales pero los primeros llegaron en cilindros como si de balas se trataran y no cruzaban millones de años luz sino que venían desde ahí al lado, desde Marte, por eso fueron llamados marcianos. Ni siquiera eran cabezones con cuerpo de niño de Biafra. En 1898 los primeros invasores eran una masa amorfa, toda cabeza de un metro veinte de diámetro, en cuya espalda tenían una enorme superficie timpánica; en la parte anterior dos enormes ojos y entre ellos un especie de pico carnoso. Más abajo poseían ocho pares de tentáculos que hacían las veces de manos. No tenían sistema digestivo; poseían un complejo sistema cardiopulmonar y el resto de toda esa masa era ocupada por un enorme cerebro y grandes nervios conectados a oído, ojos y manos.
Lectura entretenida y a veces subyugante en la que Wells a pesar de poner fin a la guerra da la impresión que en ocasiones deja caminos abiertos para crear una trilogía o una saga, tan de moda hoy en día. No lo hizo, sin embargo han sido muchas las versiones de sus obras tanto de La guerra de los mundos como de La Máquina del Tiempo, El Hombre invisible o La isla del Dr. Moreau.» (Javier González).

ADIOS A LAS ARMAS

Ernest Miller Hemingway fue un escritor y periodista estadounidense, y uno de los principales novelistas y cuentistas del siglo XX. En una entrevista concedida en 1958 a ‘The Paris Review’, Ernest Hemingway reconoció que había reescrito el final de la novela ‘Adiós a las armas’ 39 veces, antes de quedar satisfecho.

adios-las-armas«Hemingway se alistó, siendo norteamericano, en el ejército de Italia. En él figuró como conductor de ambulancia apoyando la defensa de la frontera contra los austriacos que tuvo lugar durante la Primera Guerra Mundial. Su convalecencia en un hospital como herido de guerra le facilitó el enamorarse de una enfermera, de la cual nunca más supo. Producto de esta experiencia nació años más tarde Adiós a las armas.    Recomendarla como novela bélica no sería una buena recomendación para los amantes de este género ya que en palabras del protagonista dice el escritor “la guerra no se gana con la victoria”. Así mismo recomendarla como novela de amor tampoco ya que a pesar de entender la pareja como “los dos somos uno” Frederick acaba odiando al fruto de ese amor que amenaza separarlos. Sencillamente se debe recomendar por la buena que es.»(Javier González).

LA UTILIDAD DE LO INÚTIL

hay algo que, sin embargo, no se puede alcanzar con todo el oro del mundo, el conocimiento. El saber es el fruto, el resultado, de un esfuerzo personal y únicamente quien lleva a cabo ese esfuerzo puede entender el sentido de lo que está aprendiendo. Si el jeque más acaudalado del mundo quiere comprar el saber y firma un cheque en blanco para lograrlo, nadie le podrá vender el conocimiento. Si el jeque no hace el esfuerzo para aprender no aprenderá nunca. Nuccio Ordine

utilidad inutil«¡Coño!, qué maravilla sumergirse en las páginas de este manifiesto «La utilidad de lo inútil» y así sustraerse de la verborrea vacua que destilan, desde los telediarios o desde las portadas de la prensa impresa, los portavoces de los distintos -¡tan parecidos!, sin embargo- partidos o iglesias. Nuccio Ordine arremete contra el rampante utilitarismo que nos sofoca y oprime en un texto lúcido y articulado que se apoya en el magisterio de un amplio plantel de filósofos, literatos y pensadores de primera línea. Una lectura obligada como antídoto frente a la estulticia y un placer del que no conviene privarse.» (Miguel Hernández)

DONA BÁRBARA

Doña Bárbara nació en un hato de Juan Vicente Gómez… el hato de La Candelaria. Allí asimilé ese olor a vacadas y a boñiga de que mi novela está llena. También sentí, a través del cuadro campesino, el hálito de la barbarie que afligía a mi patria. Instintivamente perseguí el símbolo, y apareció con toda su fuerza la protagonista. No era aquello intencional, pero sí intuitivo. Y a eso puede quizá atribuirse el buen éxito: a la humanidad que hay en el mismo hecho extraordinario. Rómulo Gallegos

doñabarbara¿Y pensar que esperaba otra cosa? Fue lo que me dije tras leer la primera página. Esto va a ser el guión de un culebrón criollo. Pero Rómulo Gallego como la propia Dª Bárbara tiene su retranca al escribir y solo unos renglones más tarde se abre todo su lenguaje como la inmensa llanura venezolana donde la moneda de cambio es la morocota de oro, el caballo salvaje que guía el hatajo es un padrote y el toro un bigarro. Un capítulo espolea al otro como un llanero a su montura y apetece leerlo a voz en alto, para ser escuchado, creyendo ser un brujeador que persigue páginas día y noche como quien practica cazar bestias salvajes sin dejarlas pacer ni dormir mientras habla consigo mismo. Los deseos y los sentimientos de los personajes están tan bien entretejidos que han marcado toda una línea a seguir, por lo que no es de extrañar que sean los mismos que han sido llevados a la pantalla bajo el título de Cristal o de Abigaíl solo que en éstas últimas las formas de expresión de esos deseos y sentimientos no son ni la sombra de La Dañera Dª Bárbara.  (Javier González)


PLATA QUEMADA

Ricardo Piglia nació en Argentina en 1941, estudió Historia en la Universidad Nacional de La Plata, ciudad donde vivió hasta 1965. Después trabajó durante una década en editoriales de Buenos Aires, dirigió la Serie Negra, famosa colección de plata-quemada-anagramapoliciales que difundió a Dashiell Hammett, Chandler, David Goodis y Horace McCoy. «Empecé a leer policiales casi como un desvío natural de mi interés por la literatura norteamericana. Uno lee a Fitzgerald, luego a Faulkner y rápidamente se encuentra con Hammett y con David Goodis. Más tarde, entre 1968 y 1976, leí policiales por necesidad profesional, ya que dirigía una colección», dijo en una ocasión.

Marcelo Piñeyro dirigió Plata Quemada (2000), con guión del mismo Piñeyro y de Marcelo Figueras basado en la novela de Piglia, film que obtuvo en España el Premio Goya 2000 al mejor largometraje extranjero de habla hispana.

«Todos los días en las páginas de sucesos podemos leer el último atraco a una joyería o a una sucursal bancaria. Si el botín es muy importante o si hubo víctimas la noticia se hace eco durante algunas ediciones más. Nuevos atracos tomarán el relevo dejando en el olvido a los anteriores. Plata quemada ha sido el título elegido por Ricardo Piglia para rescatar del olvido un atraco ocurrido en Buenos Aires en 1965. Pero Piglia hace algo más, no solo lo rescata sino que convierte la posterior investigación que hace sobre el mismo en una novela. Novela en la que plasma la atmósfera de la época y los intrincados resortes que movieron al atraco y al desenlace del mismo, en el que el Nene Brignone, el Gaucho Dorda y el Cuervo Mereles  aceptan, durante el asedio, el discurso policial a base de balas como una forma de suicidio. Una excelente novela policíaca en la que Piglia consigue que al final de la misma el lector dude si los hechos ocurrieron tal y como están escritos en la novela o fueron los protagonistas de la misma quienes los pusieron en práctica tras leerla.» (Javier González)

MIENTRAS AGONIZO

Mientras agonizo, William Faulkner

 

Mientras agonizo, William FaulknerWilliam Faulkner (New Albany, Misisipi, 25 de septiembre de 1897 – Byhalia, 6 de julio de 1962) fue un narrador y poeta estadounidense. Su verdadero apellido era Falkner, que cambió por motivos comerciales. En sus obras destacan el drama psicológico y la profundidad emocional, utilizó para ello una larga y serpenteada prosa, además de un léxico meticuloso. Nobel de Literatura del año 1949.

Mientras agonizo, es su quinta producción literaria, y fue escrita según palabras del autor, en “seis frenéticas semanas”, mientras trabajaba como bombero y vigilante nocturno en la central eléctrica de la Universidad de Missisipi. Faulkner se refirió a ella como un «tour de force».

“Desarrollar la historia de una familia a partir del transporte de la madre dentro de un ataúd, hasta su pueblo natal encima de una carreta para ser enterrada, puede hacer volar la imaginación del lector cuando tiene el libro en la mano. Si al acabar su lectura coincide con lo leído bueno es que se siente a solazarse de si mismo ya que no es fácil coincidir con la genialidad del escritor. El sonido de la madera mientras es construida la caja oído por la agonizante desde la cama; las peripecias durante nueve días para llegar al pueblo con todos los miembros de la familia en la carreta siendo rechazados por el olor que desprende y observados por los buitres desde lo alto, forman el armazón usado por Faulkner para desentrañar la podredumbre de la naturaleza humana.” (Javier González)

La tesis de Nancy. Ramón J. Sender

tesis nancy¿Y por qué no? Recordaba Requiem por un campesino español, tan usado por los profesores de literatura en tiempos de la transición para hacer ver al alumnado otro punto de vista que no fuera el oficial. Por qué no La Tesis de Nancy si realmente ni es de Nancy ni es una tesis y aún hoy algunos profesores lo insertan en el grupo de lecturas a elegir. Está tan entretenida su lectura como imagino lo pueda estar la tesis pero como le ocurren a estas últimas, al final les sobran folios ya que se repite y repite el mismo esquema sobre el motivo central de aquello que se intenta demostrar, haciendo uso continuamente de la incomprensión en los giros del lenguaje por parte de una americana en la Sevilla de los años 50. Podría parodiarse en la actualidad con respecto al lenguaje tan socorrido de los dedos empleado en la telefonía móvil pero habría que encorsetarlo todo en no más de los 140 caracteres ya que de ser más larga la tesis acabaría siendo “aburriente” para el alumnado como lo fueron las últimas cartas de Nancy explicando a su amiga de Pensilvania la idiosincrasia de los sevillanos.

EL FUTBO A SOL Y SOMBRA

El arte de narrar nació del miedo de morir. Está en Las mil y una noches. Cada noche, Sherezade iba cambiando un cuento por un nuevo día de vida. Pero también creo que el miedo de vivir es peor que el miedo de morir. Y me parece que el asunto, en este mundo y en este tiempo, es ese: el miedo de recordar, el miedo de ser, el miedo de cambiar. O sea: el miedo de vivir.

ELFUTBOL-“¿En qué andás? Acá, en la vuelta”
-Pues acabo de terminar Jane Eyre y por ahora sin nada que leer.
-¿Y vos que tanto gusta del deporte acaso no has leído el de Eduardo sobre el fútbol?
-Aún no. No estoy para leer sobre los orígenes del fútbol, los campeonatos, los mejores jugadores y los resultados. Me gusta Galeano pero no tanto como para abrazar su fanatismo por fútbol.
-Pah, me mataste. No digas eso, no podés. Me muero. Yo no hablo de fútbol, hablo de literatura. Yo para mí lo leería.
-¿Qué quieres que te conteste? ¿Yo te entiendo a vos pero vos también entendeme a mí?
-Che, vo`loco, no seas pelotudo. Da bola, te la bajo más despacio: li-te-ra-tu-ra. Cuchame: con la verdad no ofendo ni temo.
-Y leído está. Y he de confesar que tenía razón el charrúa. Para muestra:
Los goles de Leónidas eran tan lindos que hasta el arquero vencido se levantaba para felicitarlo.
Cuando Garrincha estaba allí, el campo de juego era un picadero de circo; la pelota, un bicho amaestrado; el partido, una invitación a la fiesta.
A Boby Charlton la pelota le obedecía. Ella recorría la cancha siguiendo sus instrucciones y se metía en el arco antes de que él la pateara.
El escritor Albert Camus, que había sido arquero en Argelia, no se refería al fútbol profesional cuando decía «Todo lo que sé de moral se lo debo al fútbol»(Javier González)

EXPIACIÓN

La película atrajo al final a muchos lectores hacia la novela. Fue un poco excepcional en mi carrera, pero estupendo en cualquier caso

EXPIACION«Brony, la protagonista, escribe la novela de su vida en reiteradas ocasiones mientras, con otras publicaciones, se hace famosa como escritora. Trata de esta forma de expiar su pecado. Aquel que cometió en la adolescencia en la casa de campo de su familia, Los Tallis, al no decir toda la verdad sobre su encuentro nocturno con una pareja, lo que acaba desencadenando falsas acusaciones y cárcel para el hijo de la ama de llaves, a su vez enamorado de Cecilia, la hermana de Briony.
En una de las cartas enviadas por el editor a la autora, éste le expone la necesidad de poner más carne en asador a la hora de contar la historia, como único requisito para editarla ya que la encuentran muy bien ambientada, rica en detalles y con los personajes bien caracterizados a pesar de la lentitud con la que va tomando forma la trama. El contenido de la carta parece un intento de expiación por parte del propio autor. Sin embargo según continua el desarrollo de la novela el lector comprueba el arte por parte del escritor para conducirlo hacia el final donde comprende la carga afectiva vivida por la protagonista como reparación a su culpa.» (Javier González)