Jorge Ibargüengoitia Antillón fue un escritor mexicano. Ante todo un literato con alto sentido crítico. El humor de sus cuentos, sus novelas, sus obras teatrales y sus artículos periodísticos es de un sarcasmo fino y salvaje. Las Muertas, publicada en 1977 está considerada la obra definitiva de su autor.
“Hay libros que una vez leídos da gusto prestarlos. Entre otras cosas porque crees que estás ofreciendo un buen rato de lectura pero sobre todo porque te serán devueltos con cara de satisfacción. Este es el caso de Las Muertas. Esta crónica novelada pronto hace olvidar al lector que la trama se desarrolla a partir de un hecho real en torno a Las Hermanas Bolardo – Arcángela, Eulalia y Serafina- y sus desmanes para conseguir mantener los negocios que regentan como Leonas o matronas, introduciéndolo en una ficción de sucesos rocambolescos, salpicados por personajes que se suman al control en la compra y uso laboral de muchas jóvenes que con engaños, haciéndoles creer, a ellas o a sus familiares, que trabajarían como empeladas domésticas, acaban prostituidas. El Capitán Bedoya, La Calavera, el inspector Cueto o el gobernador Cabañas, sus intereses políticos, abusos de poder y sobornos, conducen al lector, con un buen sentido del humor, a la resolución de las vidas de estas mujeres, de su confinamiento, su hambruna y de varios asesinatos por descubrir.
Solo llegados al final del libro una foto nos devuelve a la realidad. Las Hermanas Bolardo tuvieron por nombre Las Poquianchis y las formas empleadas a mitad del siglo pasado no distan mucho de las usadas a día de hoy en el negocio inhumano conocido como trata de blancas. ” (Javier González)